En una vasta finca mallorquina de almendros, algarrobos y olivos centenarios, el agroturismo Filicumís mantiene la esencia del campo mallorquín para nuestros visitantes. La casa es de planta cuadrada con un bello patio central con cisterna. En todas las estancias de la finca se ha buscado el respeto a la arquitectura original: en la “tafona” (almazara para la producción de aceite) con su maquinaria original, en la antigua cocina, ahora espacio común para nuestros clientes, asi como en los apartamentos donde se conjuga el confort con la preservación de los elementos propios de la construcción tradicional.

 Filicumis cuenta con cinco apartamentos: cada uno con diferentes perspectivas de la Serra de Tramuntana, también su propio carácter: dos de los apartamentos tienen una gran terraza, el coqueto apartamento del Castellot da a la “clastra”, el patio central, s’ Alcadena y S’Estorell cuentan con magníficas vistas y grandes habitaciones.

Cerca de la casa hay una zona de barbacoa, una de las piscinas mejor orientadas de Mallorca y el huerto con naranjos, cerezos y tomates. Los sonidos de los animales y de los trabajos de la finca acompañan la tranquilidad y silencio que impregnan el entorno de la casa.  En la finca

 encontramos también dos lugares mágicos: un antiguo poblado talaiótico y una antigua cueva funeraria conectados por un camino que circunda los montes de la finca.

Nuestros clientes pueden además si lo solicitan contar con un tradicional desayuno o cena mallorquinas con aceite, naranjas, tomates y huevos de la finca.

ENTORNO

La finca se encuentra en la Serra de la Tramuntana, muy cercana de uno de los más populares puntos de partida de excursiones de la isla: Tossals Verds. Lloseta es el pueblo más cercano al Filicumís del que dista tres kilómetros. Allí encontraremos todo lo necesario para abastecernos, y además prestigiosos establecimientos como Teixits Riera, una fábrica y tienda de tejidos tradicionales mallorquines, los famosos calzados de montaña Bestard y excelentes restaurantes de cocina mallorquina.  En las inmediaciones, tanto Inca con sus celebrados cellers como Selva, Caimari, Mancor, Alaró o Binissalem ofrecen una variada oferta gastronómica y en Binissalem pueden visitarse bodegas con denominación de origen. Alaró es un precioso pueblo dominado por la presencia del Penyal d’Alaró con los restos de un castillo medieval.

 Inca, a diez minutos de la finca, es uno de los municipios más importantes de la isla con gran tradición en la fabricación de calzado destacando la tienda de Camper. Caimari, Mancor de la Vall o Selva son pintorescos pueblos cercanos y están en la dirección del monasterio de Lluc.

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