Situada en un tranquilo valle en las faldas de la Serra de Tramuntana, la finca de Filicumís tiene 80 hectáreas de bosques y cultivos de almendros, olivos y naranjos. La edificación principal de la finca data de 1828, con su “clastra” (patio central con pozo) es ahora un modélico agroturismo que mantiene todo el encanto de las “possessions” mallorquinas gracias a una esmerada intervención arquitectónica. Por otra parte, Filicumis mantiene su actividad agrícola y ganadera y conservan todo el encanto del campo mallorquín y su historia, presente en un poblado talayótico y una cueva funeraria sitas en la finca. Los huéspedes encontrarán allí un lugar de descanso y evasión donde reencontrarse con la naturaleza.